Alcanzar cierta edad tiene sus pros y sus contras, uno tiene mas experiencia pero a la vez es consciente de los cambios que ha experimentado la ciudad en la que vive. Soy de la opinon de que cualquier ciudad tiene un alma, en sus calles, en sus tiendas y sus casas.El alma de una ciudad habita en las experiencias que uno ha vivido en esos lugares y cuando esos lugares desaparecen, ese trozo de nosotros desaparece con ellos. He visto bares en esta ciudad que reflejaban el paso de los años, bares que eran iconos de toda una generación y que de la noche a la mañana se convierten en tiendas de ropa o de franquicias insulsas y clonadas y eso me entristece. La globalizacion nos estandariza y nos iguala, no da cabida a lo sorprendente ni a lo local y la cara de nuestra querida ciudad se ha globalizado en estos últimos años. El café moka de la calle San Miguel, con sus camareros a lo Almodovar, la Blanqueada, ese bar donde siempre sonaba el jazz de un viejo piano, Tejidos Ribas, Can Fransquet, ese señor que arreglaba maletas en la plaza del pes de sa palla, la sastrería London, todo ello ha desaparecido y ha sido substituido por lo que los comerciantes creen que es mas moderno, lo minimal, lo chill, lo urban, Yo no creo que el turismo busque bares donde se copien los conceptos de las grandes ciudades, de hecho creo que los turistas vienen a Mallorca buscando su esencia, lo que la diferencia de su país de origen. Ahora ya es tarde pues muchos sitios han desaparecido definitivamente sin embargo debemos preservar lo que nos queda y conservar la herencia de lo que fuimos. Eso no significa que la vida en la ciudad no se vea dinamitada por nuevos negocios, pero siempre desde el respeto a la tradición y a lo que nos diferencia, respeto a ese espíritu que parece que se ha diluido con el paso de las modas y los años. Ojalá el ayuntamiento hubiera pensado esto antes de derruir barrios enteros y permitir construcciones poco mallorquinas, sin alma, sin el alma que nos hace únicos. Y con las casas ocurre lo mismo, si se reforma una vivienda y se pueden preservar los materiales originales mucho mejor, no es nostalgia ni apego al pasado, es respeto al origen. En esta propiedad por ejemplo-ver link- se puede apreciar cómo se ha intentado imitar la baldosa hidráulica original y a la vez combinado con materiales más actuales, adaptándola así a los nuevos tiempos.